Es generacional, fue la respuesta que dio un veterano de Washington que había trabajado en el capitolio y sus alrededores durante casi 50 años cuando Barack Obama le pregunto cual creía que era el factor que explicaba las diferencias de la atmósfera política de antaño con la de ahora.
Pensando entonces en términos generacionales, para el caso colombiano no tengo la experiencia, ni el conocimiento para expresar sin titubeos la misma afirmación. Pero si tengo el rango de edad necesario para considerarme parte de la “generación U”. Una generación de jóvenes apáticos a la política, desconocedores de las dinámicas que vive el país y en el peor de los casos, jóvenes interesados en la política, que sin ignorar lo que acontece en el país son perfectos imitadores del Presidente causante del fenómeno de la “U” (creo que Andrés López debería incluir en su exitosa Pelota de Letras esta clasificación).
Sin embargo, se me atrevo a afirmar que el cambio que necesita la política de nuestro país es generacional. Los giros definitivos que deben tomar la forma de hacer política en el país están más relacionados a las nuevas ideas, que las ideas recurrentes de quienes ya están en el poder.
Si bien es cierto que la práctica hace al maestro, y que la teoría no es suficiente para enfrentarse a los problemas que sacuden a Colombia, aún, hay jóvenes que sufriendo el fenómeno del uribismo y perteneciendo a esta generación, no nos dejamos llevar por los estereotipos, y es justamente la estampa de los uribitos lo que nos hacen estallar, lo que motiva a muchos de nosotros a sentar posiciones claras y que finalmente nos motivemos para no dejarnos llevar por tan paupérrimo ejemplo. Por el contrario, somos muchos los que tenemos ideas fundamentadas en el libre pensamiento, en la ideología y en los valores de lo que debe ser una democracia sólida, dejando de lado aquellas atrocidades de las que hemos sido víctimas durante estos años.
El cambio generacional que espero cobre vida en los próximos años en la política del país, espero verlo reflejado principalmente en el fortalecimiento de las instituciones, y en aquel discurso que dice que el principal problema de Colombia es el conflicto armado, pues a pesar de tener 23 años y de haber escuchado diariamente noticias acerca del conflicto y de la guerra en el país, estoy totalmente convencida de que ese, no es nuestro principal problema. Creo firmemente, que ese discurso debe quedar atrás y se deben fundamentar las políticas venideras en mejores y mayores políticas que puedan reforzarse sin necesidad de depender de administraciones de gobierno, las políticas que se tracen no deben fundamentarse en el protagonismo político del momento, ese protagonismo se gana justamente con la definición y clarificación de lo que es mejor para nuestra democracia, sin vacilaciones y sin tintes de imitación.
No sólo es generacional el giro que debe tener la política, lo sé, y a lo mejor aquel veterano cuando le respondió a Obama se refería a algo diferente de lo que yo he planteado aquí, pero definitivamente es generacional el cambio que necesitamos, es necesario que alcemos la voz y exijamos ser escuchados, sobretodo, porque tenemos la preparación e ideas suficientes para enfrentarnos a las cosas que pasan en Colombia, no nos podemos quedar de brazos cruzados y dejar que nos estereotipen con aquellos que han decidido imitar.
Pensando entonces en términos generacionales, para el caso colombiano no tengo la experiencia, ni el conocimiento para expresar sin titubeos la misma afirmación. Pero si tengo el rango de edad necesario para considerarme parte de la “generación U”. Una generación de jóvenes apáticos a la política, desconocedores de las dinámicas que vive el país y en el peor de los casos, jóvenes interesados en la política, que sin ignorar lo que acontece en el país son perfectos imitadores del Presidente causante del fenómeno de la “U” (creo que Andrés López debería incluir en su exitosa Pelota de Letras esta clasificación).
Sin embargo, se me atrevo a afirmar que el cambio que necesita la política de nuestro país es generacional. Los giros definitivos que deben tomar la forma de hacer política en el país están más relacionados a las nuevas ideas, que las ideas recurrentes de quienes ya están en el poder.
Si bien es cierto que la práctica hace al maestro, y que la teoría no es suficiente para enfrentarse a los problemas que sacuden a Colombia, aún, hay jóvenes que sufriendo el fenómeno del uribismo y perteneciendo a esta generación, no nos dejamos llevar por los estereotipos, y es justamente la estampa de los uribitos lo que nos hacen estallar, lo que motiva a muchos de nosotros a sentar posiciones claras y que finalmente nos motivemos para no dejarnos llevar por tan paupérrimo ejemplo. Por el contrario, somos muchos los que tenemos ideas fundamentadas en el libre pensamiento, en la ideología y en los valores de lo que debe ser una democracia sólida, dejando de lado aquellas atrocidades de las que hemos sido víctimas durante estos años.
El cambio generacional que espero cobre vida en los próximos años en la política del país, espero verlo reflejado principalmente en el fortalecimiento de las instituciones, y en aquel discurso que dice que el principal problema de Colombia es el conflicto armado, pues a pesar de tener 23 años y de haber escuchado diariamente noticias acerca del conflicto y de la guerra en el país, estoy totalmente convencida de que ese, no es nuestro principal problema. Creo firmemente, que ese discurso debe quedar atrás y se deben fundamentar las políticas venideras en mejores y mayores políticas que puedan reforzarse sin necesidad de depender de administraciones de gobierno, las políticas que se tracen no deben fundamentarse en el protagonismo político del momento, ese protagonismo se gana justamente con la definición y clarificación de lo que es mejor para nuestra democracia, sin vacilaciones y sin tintes de imitación.
No sólo es generacional el giro que debe tener la política, lo sé, y a lo mejor aquel veterano cuando le respondió a Obama se refería a algo diferente de lo que yo he planteado aquí, pero definitivamente es generacional el cambio que necesitamos, es necesario que alcemos la voz y exijamos ser escuchados, sobretodo, porque tenemos la preparación e ideas suficientes para enfrentarnos a las cosas que pasan en Colombia, no nos podemos quedar de brazos cruzados y dejar que nos estereotipen con aquellos que han decidido imitar.
