Suena falso, incoherente, aterrador, o como lo quieran tomar, pero es la conclusión a la que llegué el pasado lunes 30 de marzo de 2009 luego de ver el noticiero del medio día del Canal RCN.
Es cierto que RCN (o como le dicen los más astutos Radio Casa de Nari) no es la cadena televisiva que transmite el mejor noticiero del país, sin embargo es el segundo noticiero que más espectadores tiene, y teniendo en cuenta que los canales principales de la televisión nacional presentan noticieros 4 veces al día en “prime time” se estima que millones de personas diariamente sintonizan el canal RCN para ver su noticiero.
Lo anterior, es suficiente razón para sentir la indignación de la que fui victíma el día 30 de marzo. Pues no se justifica que un noticiero que seguramente estábamos asistiendo millones de colombianos presentara estupideces y desperdiciara tanto tiempo al aire en cosas irrelevantes, cuando lo que uno espera aparte de escuchar los chismes que cuenta Laura Acuña o Carolina Cruz, o la que sea… son en verdad las cosas que acontecen en el país y en el resto del mundo, aquellas cosas que se revisten de seriedad, ya sea más acerca de los paracos, ya sea más acerca atrocidades de Uribe o Uribitwo, ya sea más acerca de David Murcia, ya sea más del huracán que azoto a las malayo-polinesias, ya sea más de lo último que hizo Juanes inclusive… pero no más de lo que yo vi ese día…
Los hechos fueron los siguientes:
Luego de almorzar en la casa de una amiga que vive cerca del lugar donde trabajo, me dispuse a ver el noticiero, las noticias en general no eran tan neurálgicas como a veces lo son, ese día se informo que algunos medicamentos para combatir la gripa deberán comprarse con formula médica, que Colombia le iba a ganar a Venezuela en las eliminatorias para el mundial, que Medellín esta divina gracias a los operativos que se han desplegado por la reunión del BID… pero lo que me ha dejado traumatizada es que la sesión dedicada al “Patrullero RCN” duro 15 minutos, fueron 15 minutos en el cubrimiento de un trancón, fueron 15 minutos en vivo y en directo que nos mostraba a millones de colombianos el trancón que se forma en la calle 100 con autopista de Bogotá, fueron 15 minutos en los que nos mostraron como pasó un ciclista por el puente peatonal montado en la bicicleta y no con la bicicleta cargada, fueron 15 minutos que nos mostraron a un tipo atolondrado (el patrullero) mirando hacia el piso, hacia el cielo, hacia todas partes menos hacia la cámara que lo filmaba, porque aparte de todo es un tipo que habla hasta por los codos de cosas que jura conocer más que los que trabajan en la Secretaría de Movilidad de Bogotá.
El correcaminos de RCN no tiene idea alguna de lo tedioso que puede ser el trancón de la calle 100, no sólo de la 100 con autopista, sino de la calle 100 entera, la que va desde la carrera séptima hasta convertirse en avenida 68, pues yo que viví 3 años en la 100 con 17 sí tengo autoridad para hacer el cubrimiento del trancón de esa calle que tanto me toco resistir cuando vivía ahí, y que aún hoy me toca hacerlo para poder llegar a mi lugar de trabajo.
Pero lo importante no es quien tiene mayores y mejores capacidades para hacer el cubrimiento de un trancón, lo importante es que no es justo que el noticiero del medio día desperdicie tanto tiempo en eso. Pues si usted vive en una ciudad diferente de Bogotá, o sí simplemente no vive en el norte de la ciudad que le puede importar lo que suceda en la calle 100, no digo que no transmitan esa sesión del noticiero, pero si pido que el día en que se vuelvan a acabar las noticias no se gasten tanto tiempo al aire con tan singular personaje (el famoso patrullero) y no hagan que personas que asisten el noticiero gasten su tiempo, porque definitivamente no es una noticia relevante.
Ahora bien, me atrevo a afirmar que ese día se acabaron las noticias para la transmisión, pues es la única explicación que le encuentro al hecho de lo que he venido narrando. Por favor, estoy segura que en el mundo hay muchas cosas curiosas acerca de las cuales se puede hacer noticia.
Recuerdo ahora el día 30 de septiembre de 2008 donde desde muy temprano se transmitió por el canal RCN el cubrimiento de la noticia del momento, la penosa muerte de Luís Santiago, en la mañana se empezó el dichoso cubrimiento desde las inmediaciones de Chía, luego al medio día Juan Eduardo Jaramillo presentador estrella del canal transmitía en vivo desde la casa del niño que había muerto y LLORABA, sí, a Juan Eduardo se le salieron las lágrimas, y a lo mejor la indolente soy yo, pero quiero recordar a quienes no recuerden, que ese mismo día se tenía que resolver la situación del PARO DEL SISTEMA JUDICIAL, que hacía semanas estaba vigente en el país, las tutelas se estaban venciendo, las condenas no se estaban estableciendo, entre muchas otras particularidades del sistema judicial de un país como Colombia ( y aquí interpreten “un país como Colombia” como tiene que ser, un país en donde diariamente se tienen que establecer condenas y resolver miles de tutelas).
No se puede negar que la penosa muerte de Luís Santiago sirvió para que RCN ese día no transmitiera una sola noticia del paro del sistema judicial, muertes como la de ese niño se viven muchas en el país, algunas hasta más atroces, pero ese día eso no era lo más importante para Radio Casa de Nari.
Pues bien, el 30 de marzo de 2009 hasta donde tengo entendido no transcurrían decisiones gubernamentales trascendentales para el futuro del país, ni Chávez dijo una “chavezada”… entonces vuelvo a afirmar que definitivamente se le acabaron las noticias para la transmisión, sólo basta con imaginar 15 minutos del patrullero RCN.
Es cierto que RCN (o como le dicen los más astutos Radio Casa de Nari) no es la cadena televisiva que transmite el mejor noticiero del país, sin embargo es el segundo noticiero que más espectadores tiene, y teniendo en cuenta que los canales principales de la televisión nacional presentan noticieros 4 veces al día en “prime time” se estima que millones de personas diariamente sintonizan el canal RCN para ver su noticiero.
Lo anterior, es suficiente razón para sentir la indignación de la que fui victíma el día 30 de marzo. Pues no se justifica que un noticiero que seguramente estábamos asistiendo millones de colombianos presentara estupideces y desperdiciara tanto tiempo al aire en cosas irrelevantes, cuando lo que uno espera aparte de escuchar los chismes que cuenta Laura Acuña o Carolina Cruz, o la que sea… son en verdad las cosas que acontecen en el país y en el resto del mundo, aquellas cosas que se revisten de seriedad, ya sea más acerca de los paracos, ya sea más acerca atrocidades de Uribe o Uribitwo, ya sea más acerca de David Murcia, ya sea más del huracán que azoto a las malayo-polinesias, ya sea más de lo último que hizo Juanes inclusive… pero no más de lo que yo vi ese día…
Los hechos fueron los siguientes:
Luego de almorzar en la casa de una amiga que vive cerca del lugar donde trabajo, me dispuse a ver el noticiero, las noticias en general no eran tan neurálgicas como a veces lo son, ese día se informo que algunos medicamentos para combatir la gripa deberán comprarse con formula médica, que Colombia le iba a ganar a Venezuela en las eliminatorias para el mundial, que Medellín esta divina gracias a los operativos que se han desplegado por la reunión del BID… pero lo que me ha dejado traumatizada es que la sesión dedicada al “Patrullero RCN” duro 15 minutos, fueron 15 minutos en el cubrimiento de un trancón, fueron 15 minutos en vivo y en directo que nos mostraba a millones de colombianos el trancón que se forma en la calle 100 con autopista de Bogotá, fueron 15 minutos en los que nos mostraron como pasó un ciclista por el puente peatonal montado en la bicicleta y no con la bicicleta cargada, fueron 15 minutos que nos mostraron a un tipo atolondrado (el patrullero) mirando hacia el piso, hacia el cielo, hacia todas partes menos hacia la cámara que lo filmaba, porque aparte de todo es un tipo que habla hasta por los codos de cosas que jura conocer más que los que trabajan en la Secretaría de Movilidad de Bogotá.
El correcaminos de RCN no tiene idea alguna de lo tedioso que puede ser el trancón de la calle 100, no sólo de la 100 con autopista, sino de la calle 100 entera, la que va desde la carrera séptima hasta convertirse en avenida 68, pues yo que viví 3 años en la 100 con 17 sí tengo autoridad para hacer el cubrimiento del trancón de esa calle que tanto me toco resistir cuando vivía ahí, y que aún hoy me toca hacerlo para poder llegar a mi lugar de trabajo.
Pero lo importante no es quien tiene mayores y mejores capacidades para hacer el cubrimiento de un trancón, lo importante es que no es justo que el noticiero del medio día desperdicie tanto tiempo en eso. Pues si usted vive en una ciudad diferente de Bogotá, o sí simplemente no vive en el norte de la ciudad que le puede importar lo que suceda en la calle 100, no digo que no transmitan esa sesión del noticiero, pero si pido que el día en que se vuelvan a acabar las noticias no se gasten tanto tiempo al aire con tan singular personaje (el famoso patrullero) y no hagan que personas que asisten el noticiero gasten su tiempo, porque definitivamente no es una noticia relevante.
Ahora bien, me atrevo a afirmar que ese día se acabaron las noticias para la transmisión, pues es la única explicación que le encuentro al hecho de lo que he venido narrando. Por favor, estoy segura que en el mundo hay muchas cosas curiosas acerca de las cuales se puede hacer noticia.
Recuerdo ahora el día 30 de septiembre de 2008 donde desde muy temprano se transmitió por el canal RCN el cubrimiento de la noticia del momento, la penosa muerte de Luís Santiago, en la mañana se empezó el dichoso cubrimiento desde las inmediaciones de Chía, luego al medio día Juan Eduardo Jaramillo presentador estrella del canal transmitía en vivo desde la casa del niño que había muerto y LLORABA, sí, a Juan Eduardo se le salieron las lágrimas, y a lo mejor la indolente soy yo, pero quiero recordar a quienes no recuerden, que ese mismo día se tenía que resolver la situación del PARO DEL SISTEMA JUDICIAL, que hacía semanas estaba vigente en el país, las tutelas se estaban venciendo, las condenas no se estaban estableciendo, entre muchas otras particularidades del sistema judicial de un país como Colombia ( y aquí interpreten “un país como Colombia” como tiene que ser, un país en donde diariamente se tienen que establecer condenas y resolver miles de tutelas).
No se puede negar que la penosa muerte de Luís Santiago sirvió para que RCN ese día no transmitiera una sola noticia del paro del sistema judicial, muertes como la de ese niño se viven muchas en el país, algunas hasta más atroces, pero ese día eso no era lo más importante para Radio Casa de Nari.
Pues bien, el 30 de marzo de 2009 hasta donde tengo entendido no transcurrían decisiones gubernamentales trascendentales para el futuro del país, ni Chávez dijo una “chavezada”… entonces vuelvo a afirmar que definitivamente se le acabaron las noticias para la transmisión, sólo basta con imaginar 15 minutos del patrullero RCN.
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