jueves, 12 de marzo de 2009

EL CHIP DE PORTERO






















No se a ciencia cierta si el comportamiento estándar de la mayoría de los porteros de Colombia tiene algo que ver con ese “no se que” del mal llamado tiempo de la colombianidad, o si por el contrario esta asociado al misticismo que envuelve el destino de los seres humanos.

¿Han notado que en cada edificio, entidad, organización, y en últimas cualquier establecimiento o recinto cerrado con flujo significativo de personas tiene como cancerbero a un personaje salido de un libro de García Márquez, donde lo “macondiano” se impone a toda costa?

Pues bien, años de observación, pero sobretodo años de muchos trasteos entre Cartagena y Bogotá como escenarios, me dan toda la autoridad para hacer la clasificación de algunos tipos de portero.

Colombia es un país de gente diplomática, razón por la cual encontramos el PORTERO DIPLOMÁTICO, este personaje es aquel que esta más interesado en las relaciones sociales y externas del edificio que en lo que realmente debería estar haciendo… abrir y cerrar la puerta, anunciar a los visitantes y clasificar la correspondencia; el portero diplomático desconoce la totalidad de la población del edifico en el que trabaja, por el contrario esta plenamente actualizado de la población del edificio vecino, sabe con exactitud a que hora llega y se va la señora de la chaza de la esquina, puesto que allá se la pasa la mitad de su turno de vigilancia, mejor dicho, es todo un embajador, embajador de chismes y ociosidades, pasa la mitad del tiempo fuera de su lugar de origen (en este caso la dichosa portería). El portero diplomático entabla mejores relaciones con los visitantes al promover conversaciones banales acerca del clima o la seguridad del barrio, teniendo como referencia, indiscutiblemente el robo que le hicieron al edificio vecino y del que él fue la segunda o tercera persona en enterarse, en cambio a los residentes del lugar donde trabaja los distingue (odio esta palabra) por su contextura, características físicas más sobresalientes y porsupuesto por las posesiones materiales, por ejemplo, se pueden referir del propietario del apartamento 402 como “el negro gordo que vino con la mona del mercedes” … pues bien, ese es nuestro portero diplomático.

También tenemos al PORTERO AÑEJO, personaje que casi siempre encontramos en la residencia de los abuelos o de los papás, en ocasiones hace parte de las personas que recordamos de nuestra infancia, bien sea porque nos terminó de enseñar a montar bicicleta sin las rueditas de apoyo o porque ha sido un mal encarado que toda la vida ha estado gorriando comida de la casa de la abuela o siempre ha estado pendiente del jugoso aguinaldo que nuestros papás le dan. En todo caso, el portero añejo no es como el vino que mejora con los años, no, no, ¡NO! Lo que sucede con los años y este tipo de porteros es algo que ya esta intrínseco en la memoria de quienes viven o constantemente van a la portería de su propiedad (porque es de ellos, no del edificio), claramente no será lo mismo ir a la casa de la abuela y que Don Gabrielito no le abra a uno la puerta, o que no nos pregunte si tenemos algún trabajito para su nieto, el que jugaba con nosotros cando ambos éramos niños, lo añejo no se improvisa, y en este caso se trata de los excesos de confianza que el tempo hace que se puedan soportar por aquello que en ocasiones llamamos familiaridad… Don Gabrielito hace parte de ese sitio más que nosotros mismos, sus gestos, su cara, su tono de voz, ya es algo reglamentario de los años, mejor dicho, ya se añejo en la portería de ese edificio.
Si Colombia es un país de diplomáticos, de cosas añejas como el ron y don Gabrielito, obviamente tenemos al PORTERO TRAQUETO, la verdad es que colombiano que se respete así lo quiera negar lleva su traqueto por dentro. Uno de los porteros del edificio donde actualmente vivo se llama Hermes (oriundo de Palmira/Valle y modelo de las fotos aquí expuestas), Hermes no sólo vende películas piratas, sino que las vende como “mejor que las originales” ya que son de excelente calidad y solamente cuestan 3000 pesos. Entender que la piratería es un delito no esta en el (pues realmente no esta en ninguno de nosotros que le compramos las películas), es como el traqueto que dice que para lo único que es bueno es para traquetear, así mismo nadie vende películas piratas mejores que las que consigue Hermes.
Hermes, paga mis cuentas de la lavandería cuando llega la ropa y no me encuentro, se ofende cuando le pago sin que me cobre, paga la cuenta de mi pizza cuando el data fono de la pizzería pierde la señal en el edifico y no tengo dinero en efectivo, a cambio sólo pide una probadita de pizza. El portero traqueto habla con palabras sospechosas, por ejemplo recibe a la gente con un repetitivo y extraño “siga”, cabe resaltar que si has entrado veinte mil veces al edificio las veinte mil veces te dice “siga”, en ocasiones utiliza la palabra “bienvenido” como si se tratara de la entrada a la Hacienda de los hermanos Orejuela. Este tipo de portero me da miedo, que tal y un día de estos me pida un favor bien complicado de hacer y no pueda negarme a cumplir… ¡creo que ya no quiero comprarle películas a Hermes, me tocará prohibirle que pague mis cuentas!

El siguiente tipo de porteros no se como clasificarlo, por lo que he decidido narrar una historia real para que ustedes juzguen y saquen su propia conclusión.

A mi amiga Andrea su ex novio le dio un perrito, de esos chiquitos, peludos, ojones, bonitos… cualquier día que le toco salir y dejar al perrito solo, decidió dejarlo encerrado en el balcón de su apartamento que quedaba en el séptimo piso, así el perrito no se hacía popis y pis en el resto del apartamento. Lo que Andrea no se imagino es que el perrito saltaría del piso a una maceta llena de tierra, de la maceta a una silla, de la silla a una mesa, y de la mesa al primer piso…
Cuando Andrea llego a su hogar, en la portería del edificio se desarrollo el siguiente diálogo:
-Portero: ¿Señorita Andrea usted se acuerda del perrito?
* Andrea: ¿Cómo así qué si me acuerdo del perrito?, ¿Qué paso con el perro?
-Portero: Se mató!!!
* Andrea: Ah? ¿Ah? ¿AAAhhh? ¿Cómo así qué se mató? ¿Qué le pasó?
-Portero: Se tiro, pero no se preocupe que ya todo esta solucionado
* Andrea: ¿Cómo así? ¿Cómo así que solucionado?
-Portero: Si, ya lo echamos a la basura.
Asimilar esta información tan compleja, en cuestión de un minuto fue terrible para mi amiga Andrea, a las personas amantes de los perros no nos gusta imaginarnos una escena como esta, pero lo cierto es que este portero esta fuera de concurso.

Aquí faltan muchas clasificaciones más, este es sólo un intento de descripción de los “tipo de porteros” que más me impactan.

Pero creo que de todas las posibles clasificaciones que existen y que existirán acerca de estos personajes tan ilustres que querámoslo o no, hacen parte de nuestra vida pueden resumirse en algo que he decidido llamar “el chip de portero”. Creo firmemente que estos personajes no sólo existen porque la vida así lo haya querido, creo que la particularidad de cada uno de ellos y de sus extrañas, cómicas y abusivas personalidades entre muchas otras características, se debe al desarrollo de una parte aún no estudiada del cerebro del hombre. No se si es que se relaciona con algo del mapa genético, pero de lo que si estoy segura es de que no es algo normal y visible ante los ojos de la mayoría de los mortales, es como un chip, casi que imperceptible.

NOTA: tomé la decisión de escribir esto porque el domingo cuando me levante y baje medio dormida a buscar la revista que semanalmente llega a MI nombre desde hace ya más de un año, el portero que tiene dos semanas reemplazando al compañero de Hermes me dijo que no había llegado, pero que seguramente era porque ahí no vivía ninguna Angélica Villalba.

2 comentarios:

Caro Gomez dijo...

Muy buen Blooo (sin g), espero pronto leer mas blogs sobre las histoiras de tu vida cotidiana.... ya que algunas las he vivido contigo y son muy buenas... te felicito escritora!!!
Vamos por una columna del New York Times!!!
Pilas pilas!!

Anónimo dijo...

Te Falto " El Portero Chismoso" por que portero que no sea chismoso debe ir a donde hizo el curso de vigilancia a que le devuelvan la plata